Qué es la novela cozy y por qué te gustaría leerla

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Por Ana Bolox

¿Qué es un misterio cozy?

Si buscas el significado de la palabra cozy en inglés te encontrarás con definiciones como estas: acogedor, cómodo, confortable, calentito, funda (como la que se pone a las teteras para mantener caliente el té), amigable… Como ves, son todas palabras amables, casi afectuosas.

Si ahora intentas relacionar esos significados con una novela policíaca, estoy segura de que enseguida te harás una idea, más o menos aproximada, de lo que es una novela cozy, pero para asegurarme por completo de que lo haces, déjame que te cuente algunas de las características de este subgénero de la ficción criminal.

¿De qué ingredientes consta el misterio cozy?

Más o menos de estos (aunque puede haber algunas variaciones):

  • un detective generalmente aficionado,
  • una víctima que en muchas ocasiones es inesperada,
  • un elenco de buenos personajes secundarios entre los que se incluyen unos cuantos sospechosos
  • y un reguero de pistas (como las miguitas del cuento de Pulgarcito) entre las que el autor mezcla las buenas con las falsas, esas que van a confundir al lector.
  • Todo ello, además, se sitúa en un ambiente de dimensiones reducidas, normalmente un pueblo pequeño, en el que casi todo el mundo se conoce (gran parte de esos personajes secundarios son amigos, familiares o vecinos…).
  • El vocabulario no es grosero: raramente vas a encontrar demasiados tacos y, los que encuentres, van a ser muy suaves.
  • Tampoco vas a toparte con violencia extrema ni sexo explícito. Estas cosas, cuando sean necesarias, van a pasar siempre detrás del telón, nunca a la vista del lector.
  • Y, finalmente, en una novela cozy el Bien siempre gana.

¿Ves ahora por qué decía un poco más arriba que las palabras que se pueden tomar como traducción del término cozy (acogedor, cómodo, confortable, calentito, amigable, etc.) puestas en relación con el género policíaco daban una pista bastante aproximada de lo que es una novela de misterio al estilo cozy? La anciana que hace punto, el té servido en una pequeña salita donde un grupo de damas cotillean, un clérigo anglicano, casitas de piedra con tejados de pizarra o de brezo y un leño de manzano ardiendo en la chimenea… Seguro que si has leído una novela cozy todos estos detalles te resultan familiares. Describen una época muy lejana a la nuestra y un tipo de hacer literatura que cuenta ya con más de un siglo de existencia pero que sigue encantando, incluso en un mundo tan tecnológico como el nuestro en el que ya no entendemos la vida sin aparatos como el teléfono móvil, el ordenador o los viajes espaciales. ¿Cómo es posible?

¿Por qué gustan tanto estas novelas?

Porque nos invita a participar de la historia

Una de las cosas que más gusta de los misterios cozy es que una persona normal, como es el propio lector, puede verse envuelta en el asesinato y convertirse, de hecho, en el protagonista de la historia al asumir el papel de detective. De manera que no sólo disfrutamos la novela como simples lectores sino que, a medida que nos adentramos en ella, nos convertimos en un personaje más de la historia. Es más, nos transformamos en uno de los protagonistas, porque asumimos el papel de detectives y competimos con el que el escritor ha creado para alcanzar la solución del crimen antes que él.

Porque reta nuestro intelecto

Y aquí entra en juego otro de los atractivos de la novela cozy: el de la competición. Cuando el escritor trama su historia, lo hace en forma de reto porque eso es exactamente lo que le va a lanzar al lector: un desafío. La novela es el juego que el escritor entabla con el lector y cuyo objetivo es vencer al otro en un duelo intelectual: ¿quién alcanzará la solución del caso antes?, ¿el detective –es decir, el propio escritor– o el lector?

Una novela cozy te exige siempre algo más que el mero papel pasivo de lector, te pide que participes en el juego, que te pongas el traje de detective e intentes batir al escritor descubriendo quién es el asesino antes de que se alcance la última página, antes de que el detective que el escritor ha creado te venza en ese duelo poniendo al descubierto no sólo la identidad del asesino, sino cómo cometió el crimen y por qué.

Porque te convierte en superhéroe

Como lector de un misterio cozy, te has convertido en personaje protagonista que no sólo participa de la aventura desbrozando poco a poco los interrogantes que el caso propone, sino que, en cierto modo, también te conviertes en una especie de superhéroe. La vida tranquila de ese idílico lugar se había visto despedazada por la irrupción del asesino y la consecución de un asesinato. La armonía de una existencia ideal se ha ido al traste y el caos reina ahora sobre esa pequeña comunidad. Pero tu intervención, al poner tu intelecto al servicio del Bien y resolver el crimen, ha devuelto el orden y la concordia a esa tierra devastada. Ahora que el asesino ha sido descubierto y llevado ante la justicia, nuestro pueblo idílico puede volver a vivir en paz. ¡Enhorabuena, puedes contarte entre los superhéroes del universo Marvell y eso sin necesidad de contar con poderes especiales ni (¡qué afortunado eres!) tener que ponerte unas mallas!

Porque vas a jugar en un terreno limpio

Sí, cualquier novela de misterio al estilo cozy tiene una regla que jamás, ¡jamás!, rompe. Es la regla de oro de la novela cozy: el escritor juega siempre limpio con el lector. Así que cuando te introduces en una historia de este tipo, sabes que en su interior vas a encontrar todos los detalles necesarios para resolver el crimen. Lograrlo o no depende de tu inteligencia a la hora de descifrar los enigmas que el escritor vaya planteándote y de la atención que pongas en la lectura para percatarte de cuál es el sendero correcto y cuál el equivocado.

Si el escritor ha hecho bien su trabajo, contarás con las mismas oportunidades con las que cuenta el detective para resolver el crimen. Es más, si el escritor ha hecho bien su trabajo, incluso en el caso de que no resultes vencedor en este duelo de intelectos, acabarás la novela con la satisfacción de haber asistido a un buen crimen y de haber leído una historia bien construida en la que todo tiene lógica y sentido, pese a que no fuiste capaz de desvelarlo a tiempo.

Porque la vida ya es bastante amarga ahí fuera…

Por último, una razón más que hace que este subgénero de la novela negra tenga tantos y tan apasionados seguidores radica en que el lector que se sumerge en un misterio cozy sabe que el Bien acabará triunfando sobre el Mal; que es bastante probable que, aun a pesar del horror que recorre las páginas de la historia (que al fin y al cabo narran un crimen), encuentre también retazos de humor, a veces incluso hasta de amor. Y, sobre todo, el lector de la novela cozy sabe que al sumergirse en su lectura escapará, siquiera sea por unas horas, a los problemas, el tedio y las preocupaciones del día a día. Leer un misterio cozy es como quedar para salir con alguien interesante: siempre, siempre, siempre es un buen plan.

Conclusión

Si has leído a Agatha Christie, a Dorothy L. Sayers o a G. K. Chesterton, has leído sin ninguna duda un misterio cozy. Si eres de los que han repetido con estos autores, no es difícil llegar a la conclusión de que este tipo de historias te va bastante. Y si has repetido con ellos hasta agotar su bibliografía, entonces puedo asegurar sin ningún género de dudas que eres un gran aficionado a la literatura policíaca propia de la Golden Age, justo la que acabamos de describir en este artículo, y de la mayoría de autores del Detection Club. Eres un fan de la novela cozy.


Ana Bolox es escritora de novela policíaca. En 2015 publicó Carter & West, una serie policíaca que se desarrolla en la Inglaterra de la posguerra, con el que recupera la novela de misterio cozy para el público de habla hispana. Es también autora de la serie Las cosas y casos de la señora Starling, que, como en el caso anterior, sigue la línea clásica de novela policíaca británica al estilo cozy, pero en esta ocasión situado en el Nueva York de finales de la década de los 70. En 2018 publicó con la editorial Sekotia la biografía novelada de un asesino real: Jean-Claude Romand, Mentiras asesinas y recientemente ha publicado una novella con la que vuelve al estilo cozy de la Golden AgeLa muerte de Vera Thwait.

Ana escribe también libros de ayuda al escritor, como Los 4 pilares de la ficciónCómo construir tu novela en 10 preguntasCómo construir el escenario de tu novela.

Puedes encontrar todos sus títulos en su página de autor en Amazon.

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Cinco autores que dejan cinco sensaciones marcadas a fuego

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Escribe Teresa Hernández

El cine y los medios audiovisuales son capaces de transmitir sensaciones con una enorme intensidad porque sus posibilidades son muchas, pero en literatura no es tan sencillo. Para que un texto impacte no basta solo con una buena historia, se requiere también un control del lenguaje muy preciso y saber medir el ritmo de la narración de forma adecuada.

Solo algunos autores son capaces de crear personajes o situaciones capaces de traspasar la piel del lector. Por supuesto, no todos somos sensibles a las mismas cosas ni nos interesan los mismos temas, así que solo puedo hablar de lo que a mí me ha impactado sin esperar que los que me lean se vean reflejados en ello.

Comentaré algunas obras cuyos protagonistas se han quedado en mi memoria por su marcada personalidad o por las situaciones a las que se enfrentaron. Ellos me transmitieron sensaciones muy intensas. La angustia, el miedo o el amor que sentí al leerlos fueron reales y por eso les quiero rendir un pequeño homenaje.

La violencia de Boris Vian

Este autor francés es uno de los más curiosos que he tenido la oportunidad de leer. Mezcla el humor negro con la crítica social y no escatima cuando se trata de mostrar el aspecto más violento de la especie humana. Consiguió grabar para siempre en mi cabeza la imagen de la madre superprotectora que aparece en el arrancacorazones cuando encerró a sus trillizos en una jaula para salvaguardarlos de los peligros externos. Y ¿qué decir de Lee Anderson en “escupiré sobre vuestra tumba? Ese hombre capaz de cualquier cosa por vengar la muerte de su hermano. Tremendo el final. Me quedaban dos páginas para terminar y fui incapaz de leerlas, tuve que cerrar el libro por un rato. Ni la más realista de las películas puede superar la descripción que allí se hace de una muerte violenta.

El romanticismo de Jane Austen

A principios del siglo XIX nació el personaje masculino más romántico de todos los tiempos. Mr. Darcy no es un hombre simpático y ni siquiera aparece como un prototipo de belleza, pero cuenta con una característica que lo supera todo: se trata de una gran persona. Su magnetismo ha saltado de generación en generación y ahora, en pleno siglo XXI, continúa siendo un prototipo capaz de atrapar a las adolescentes que escuchan reggaetón. Austen presenta en Orgullo y Perjuicio a un hombre culto y reflexivo que, aunque profundamente enamorado, no cae en ningún momento en la cursilería o en las exageraciones de otros personajes tan abundantes en las novelas románticas. Por mucho que se le haya intentado imitar a través de las numerosas versiones que esconden un poco de ese protagonista, Darcy es único, al menos para mí.

El humor de Eduardo Mendoza.

Si hay un sentido que nos diferencia como humanos es el del humor. Ningún otro ser con los que compartimos el planeta puede encontrar la gracia en una acción cotidiana o absurda. Y ocurre, además, que es muy particular. Lo que para uno puede resultar desternillante, para otro es una sosería. En cualquier caso, no cabe duda de que es mucho más difícil hacer reír que llorar. Para mí, que soy fan del humor absurdo, Mendoza bordó su obra cuando creó al protagonista sin nombre del “misterio de la cripta embrujada”, un demente ingresado en un psiquiátrico al que la policía recurre cuando hay que moverse por los bajos fondos. Se trata de una mezcla de pícaro y detective envuelto en situaciones hilarantes. No puedo menos que quitarme el sombrero ante usted, Sr. Mendoza, y su personaje. Desde mi punto de vista, cada obra en la que aparece este protagonista supera a la anterior.

La originalidad de Italo Calvino

Aunque el humor también es clave en la obra de Calvino, para mí, lo más relevante de él es su originalidad, que alcanza la cumbre en “Si una noche de invierno un viajero”. La novela es completamente desconcertante, hasta el punto de no saber exactamente quién es el protagonista, aunque eso le quita un ápice de interés. No sé cómo logra mantener al lector atrapado en una historia que solo tiene principio, no final, pero lo cierto es que a mí consiguió meterme entre sus páginas y no levanté la cabeza hasta que terminé la lectura. Toda su obra me encanta, pero esta novela supuso algo especial. Me demostró que es posible escribir una gran obra en ausencia de personajes y casi de historia. Impresionante.

La tristeza de Paul Auster

David Zimmer es el protagonista que Auster creó para “el libro de las ilusiones”, un hombre que atraviesa una profunda depresión como consecuencia de haber perdido a su mujer y su hijo en un absurdo accidente de aviación. La sensación que transmite la primera parte de la novela es brutal, Zimmer es la personificación de la tristeza, cada palabra que está escrita destila amargura y se la comunica al lector en estado puro, por lo que no puede menos que sentirse también angustiado ante la situación que el protagonista atraviesa. Un relato que encoge el corazón y que se intensifica con los fotogramas de las películas mudas, que son la única actividad del personaje.

Soy consciente de la cantidad de autores y personajes admirables que se quedan en el tintero, pero aquí paro. La lista podría alargarse demasiado.


Teresa Hernández es autora de numerosas novelas entre las que destacan Crónica ministerial (finalista I premio de narrativa Manuel Díaz Vargas (2012), La galería de los susurros (ganadora del IV certamen de narrativa de la editorial LM) y De magos y distancias (ganadora del la VI edición del concurso de novela Libros Mablaz).
Su obra completa se puede encontrar en: Teresa Hernández.

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