Hoy entrevistamos a Eloy M Cebrián, ganador del LXV Premio de Novela Ateneo-Ciudad de Valladolid por su novela El hombre que respondía a los correos basura (Algaida Editores, 2019)
Lo primero que llama la atención de la novela es el título. ¿Quién es ese hombre con ese hobby tan curioso?
Los escritores somos ahorradores por naturaleza. Ahorradores y amantes del reciclaje. Esta novela (al igual que algunas de mis novelas anteriores) surgió de un relato. Su protagonista, un deprimido crónico que nunca sale de su casa, busca un simulacro de compañía humana por el procedimiento de responder a los mensajes de “spam” que recibe a diario. Este personaje se quedó conmigo y me pedía mucho más que un relato, de modo que decidí convertirlo en protagonista de una intriga policíaca.
Entonces, ¿se trata de una novela policíaca?
En buena medida es así. Pero soy aficionado a mezclar géneros. Hay una trama policíaca, desde luego, con un crimen misterioso y tres personajes que actúan como detectives y se ven envueltos en un embrollo que crece y se complica a cada página. Pero también tiene algo de novela psicológica, pues la narración se adentra en el mundo interior del protagonista. Hay también muchos rasgos de novela de humor, de sátira social. Incluso de sátira política.
¿Sátira política?
La mayor parte de la acción transcurre en la Barcelona de los días previos al referéndum independentista del 1 de octubre del 2017. En este libro, el ‘procés’ independentista catalán no solo el fondo de la trama, sino que tiene un papel muy destacado en la novela. De hecho, escribí los últimos capítulos durante esos días tan agitados de principios del otoño. Incluso tuve que esperar a ver qué ocurría en Cataluña para plantearme un desenlace. Me refiero al desenlace de la novela, claro. Por desgracia, me parece que todavía estamos muy lejos de ver un desenlace en Cataluña.
Así pues, ¿se ha atrevido a escribir un libro político sobre acontecimientos tan actuales?
Yo no lo denominaría un libro políticos. Se trata ante todo de una novela de entretenimiento, incluso podría calificarse como un “thriller”. Pero el buen entretenimiento no tiene por qué desentenderse del mundo real. Los personajes de esta novela, como nos ocurre a todos, viven en una sociedad convulsa, y los acontecimientos políticos les afectan en influyen en sus vidas. Pero se trata de una ficción, al fin y al cabo, y la mirada del autor siempre está muy presente. En este caso una mirada cargada de humor e ironía, como ocurre en la mayor parte de mis libros. Los lectores reconocerán el mundo que habitan los personajes, pero creo que encontrarán motivos para la carcajada. En realidad, todo lo que está ocurriendo en Cataluña es como una gran farsa. A veces la risa es la respuesta más inteligente y, sin lugar a dudas, la más saludable.
¿Puede darnos más detalles sobre el argumento de “El hombre que respondía a los correos basura”?
De acuerdo, aunque trataré de no reventar la trama, porque el libro contiene sorpresas en abundancia. Como ya adelanté, el héroe de la historia es un deprimido crónico que vive encerrado en su casa, y su única relación con el mundo es a través de internet y de la televisión. Aunque él se niega a reconocerlo, el desencadenante de su estado fue un revés amoroso. Su novia desapareció de su vida de la noche a la mañana, sin dar explicaciones, y el resignó a ese hecho sin oponer resistencia. Cierto día, sin embargo, ve aparecer a esa mujer en un concurso de televisión de preguntas y respuestas. Entonces, al buscar información sobre ella, descubre que está muerta, que se mató poco antes en un accidente de tráfico.
¿No me diga que también hay un componente sobrenatural en la historia?
No, el programa está grabado. Lo que él está viendo son las últimas imágenes de la que fue el amor de su vida. El hombre se obsesiona. ¿Durante cuánto tiempo podrá conservar a su novia muerta? ¿Cuántos programas quedan? Entonces recurre a un detective para que le ayude a encontrar una respuesta. A partir de ahí, el misterio en torno a este concurso de televisión va creciendo, pues parece que la mujer no es la única concursante que ha muerto en circunstancias extrañas. Finalmente, el protagonista decide superar su aislamiento y participar como concursante para intentar desentrañar el misterio.
Interesante. ¿Se trata de un programa real, de los que se emiten ahora mismo?
Digamos que el lector encontrará detalles que le resultarán muy familiares. Abundan los guiños de complicidad. En fin, los escritores siempre nos nutrimos de la realidad como materia prima, y yo siempre he sido aficionado a los concursos televisivos. De hecho, para documentar la novela me he puse en contacto con algunos concursantes reales, y su experiencia se refleja de forma fiel en la trama. Naturalmente, en el libro no aparecen personas reales, ni anónimas ni conocidas.
Naturalmente… Pero, díganos, cómo situaría este libro dentro de su trayectoria como escritor.
Me gusta ensayar con distintos géneros. Las últimas novelas que he escrito pertenecen al género histórico, aunque también con tintes de novela de misterio. Este libro, sin embargo, enlaza directamente con mi primera novela para el público adulto, titulada “El fotógrafo que hacía belenes”, un libro que ganó el Premio Francisco Umbral de Novela y que se publicó en el 2005. Ambas son relatos policíacos con muchos componentes de “noir”, pero impregnados de un humor amargo que no excluye las zonas más oscuras de la vida. Los protagonistas son distintos, pero comparten muchos rasgos del antihéroe. Incluso he rescatado algunos personajes de aquella novela.
Finalmente, ¿cree que los lectores pasarán un buen rato leyendo su libro?
No me cabe la menor duda. Con esa intención lo he escrito.