Una lista con los mejores libros clásicos de la literatura siempre es arbitraria. Bien lo dice un dicho “Para los gustos los colores”. Sin embargo, de lo que sí estamos seguros es que todo aficionado a la buena literatura clásica debería leer estos libros. Lo mejor de todo es que por alguno de ellos no tienes que pagar ni un céntimo.
¡Ah! y prométenos que no te enfadarás si tu libro clásico preferido no está en nuestra lista 😉
1. Crimen y Castigo, de Fiódor Dostoyevski
Crimen y castigo fue publicada por Fiódor Dostoyevski en 1866 a través del diario El mensajero ruso, en doce partes que luego conformarían la novela, universalmente reconocida como una de las más influyentes de la literatura rusa.
La novela tiene un corte psicológico que lleva al lector a explorar de forma constante los pensamientos del protagonista, el estudiante Raskolnikov, quién a través de sus diálogos con los demás personajes, analiza cada uno de los actos que lo llevarán luego a cumplir una condena en Siberia; crímenes que no son buenos ni malos hasta que se los mira desde la óptica de la sociedad y de los diferentes individuos involucrados. Motivado por el deseo de hacer el bien a su hermana Dunia sus acciones terminan siendo, sin embargo, sangrientas, y solo una muchacha humilde que se convierte en su confidente podrá comprender del todo sus razones.
2. Hamlet, de William Shakespeare
La tragedia de Hamlet, Príncipe de Dinamarca (título original en inglés: The Tragedy of Hamlet, Prince of Denmark), o simplemente Hamlet. Se trata de una pieza teatral, de género Tragedia, escrita por el dramaturgo inglés William Shakespeare. Su autor probablemente basó su Hamlet en dos fuentes: la leyenda de Amleth y en una perdida obra isabelina conocida hoy como Ur-Hamlet o Hamlet original (hecho que se deduce de otros textos).
3. Don Quijote I , de Miguel de Cervantes
Un libro clásico entre los clásicos. Con el fin de satirizar las novelas de caballerías, que exaltan el heroísmo y el amor idealizado, Cervantes escribió el Quijote, un hombre que luego de leer historias de caballeros pierde la razón y, caballo y lanza en mano, sale al mundo para ayudar a los necesitados, buscar combates y damas a quien dedicar sus triunfos.
4. Cumbres borrascosas, de Emily Bronte
Cumbres Borrascosas (título original en inglés: Wuthering Heights) es la única novela de Emily Brontë. Fue publicada por primera vez en 1847 bajo el seudónimo de Ellis Bell. Su hermana Charlotte editó una segunda edición póstuma.
Aunque ahora se considera un clásico de la literatura inglesa, el recibimiento inicial de Cumbres Borrascosas fue tibio en el mejor de los casos.
Su estructura innovadora, que se suele comparar con un conjunto de muñecas de matryoshka, desconcertó a los críticos cuando apareció. Algunos críticos contemporáneos a la autora incluso pensaron que éste era un trabajo anterior, menos maduro, de Charlotte Brontë (que había publicado Jane Eyre ese mismo año bajo el seudónimo de Currer Bell). Las críticas posteriores revisaron esta visión, y coincidieron en que la originalidad de Cumbres Borrascosas excedió a la de los trabajos de sus hermanas Charlotte y Anne.
Cumbres Borrascosas ha dado lugar a muchas adaptaciones, incluyendo varias películas, dramatizaciones radiofónicas y televisivas, un musical, telenovelas y canciones.
5. Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell
Scarlett O’Hara vive en Tara, una gran plantación del estado sureño de Georgia, y está enamorada de Ashley Wilkes, que en breve contraerá matrimonio con Melanie Hamilton. Estamos en 1861, en los prolegómenos de la guerra de Secesión, y todos los jóvenes sureños muestran entusiasmo por entrar en combate, excepto el atractivo aventurero Rhett Butler. A Butler le gusta Scarlett, pero ésta sigue enamorada de Ashley, que acaba de hacer público su compromiso con Melanie. Despechada, Scarlett acepta la propuesta de matrimonio de Charles, el hermano de Melanie, al que desprecia. Años más tarde, y como consecuencia del final de la guerra, ya viuda, Scarlett debe afrontar situaciones nuevas como el hambre, el dolor y la pérdida e instalarse en Atlanta, donde Melanie espera noticias de Ashley y Butler aparece de nuevo…
6. Los viajes de Gulliver, de Jonathan Switf
Los viajes de Gulliver (en inglés Gulliver’s Travels) es una novela de Jonathan Swift, publicada en 1726. Aunque se la ha considerado con frecuencia una obra infantil, en realidad es una sátira feroz de la sociedad y la condición humana, camuflada como un libro de viajes por países pintorescos (un género bastante común en la época).
El protagonista, el capitán Lemuel Gulliver, se encuentra en situaciones paradójicas: es un gigante entre enanos, un enano entre gigantes y un ser humano avergonzado de su condición en una tierra poblada por caballos sabios que son más humanos que los propios hombres y desconfían, con razón, de éstos.
La obra se considera un clásico de la literatura universal y ha inspirado numerosas adaptaciones y versiones.
7. Matar a un ruiseñor, de Harper Lee
Aunque este libro ya es un clásico, muchos no lo consideran así porque es relativamente reciente (publicado en 1960). Jean Louise Finch evoca una época de su infancia en Alabama (EE. UU), cuando su padre, Atticus, decidió defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. Matar un ruiseñor muestra una comunidad dominada por los prejuicios raciales, la desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos familiares y vecinales, y un sistema judicial sin apenas garantías para la población de color.
8. Divina Comedia, de Dante Alighieri
Dante Alighieri (1265-1321), padre de la lengua italiana, invirtió doce años de su vida en escribir la Divina Comedia. Dos hechos biográficos -la muerte de su amada Beatriz y el exilio de su ciudad, Florencia- le sumieron en un estado de incertidumbre y desilusión que sólo logró superar a través de una poesía universalizante que dejó a las generaciones venideras una obra plena de belleza e inmortalidad, base de la literatura alegórica medieval.
En la Divina Comedia Dante pretende decir lo que nunca ha sido dicho de mujer alguna: la exaltación del triunfo celestial de la amada, la expresión de un amor que transciende las dimensiones físicas de este mundo y se convierte en pura espiritualidad. El resultado final es un fantástico viajes hacia la redención que abarca todo el argumento existencial, desde la creación del hombre hasta su destino final, la divinidad. Ángel Chiclana, de la Universidad Complutense, ofrece en su edición una auténtica guía de lectura, adaptando nuestra sensibilidad moderna a la ideología y la estética medievales y familiarizándonos con los personajes, acontecimientos, instituciones, fuentes literarias y el complejo teológico y filosófico del autor de esta obra cumbre de la literatura universal.
9. Jane Eyre, de Charlotte Bronte
De Jane Eyre (1847), ciertamente una de las novelas más famosas de estos dos últimos siglos, solemos conservar la imagen ultrarromántica de una azarosa historia de amor entre una institutriz pobre y su rico e imponente patrón, todo en el marco truculento y misterioso de una fantasmagoría gótica. Y olvidamos que, antes y después de la relación central con el abismal, sardónico y volcánico señor Rochester, Jane Eyre tiene otras relaciones, otras historias: episodios escalofriantes de una infancia tan maltratada como rebelde, años de enfermedad y arduo aprendizaje en un tétrico internado, estaciones de penuria y renuncia en la más absoluta desolación física y moral, inesperados golpes de fortuna, e incluso remansos de paz familiar y nuevas –aunque engañosas- proposiciones de matrimonio. Olvidamos, en fin, que la novela es todo un libro de la vida, una confesión certera y severísima –rotundamente crítica- de un completo itinerario espiritual, y una exhaustiva ilustración de la lucha entre conciencia y sentimiento, entre principios y deseos, entre legitimidad y carácter, de una heroína que es la «llama cautiva» entre los extremos que forman su naturaleza.