La verdad es que fui un poco iluso pensando que autopublicar un ebook, solo era subirlo a una plataforma y esperar que llegaran las ventas. Nada más que eso. La realidad es otra. Me estoy dando cuenta que hay que hacer mucha promoción y más cuando uno es un completo desconocido en este mundo. Pero da igual… mi objetivo ahora es ir consiguiendo nuevos lectores poco a poco. También tengo que decir que pedí consejo a dos autores autopublicados que venden mucho en Amazon. Un escritor y una escritora. Les envié un mensaje por Facebook y ninguno de los dos se dignó a contestar o por lo menos dar algún consejo. No voy a decir los nombres porque no viene a cuento y tampoco no tienen ninguna obligación de contestar sin no quieren. Hace cosa de un mes, autopubliqué mi primera novela en Amazon y la verdad es que estoy muy contento. Se va vendiendo poco a poco, pero se vende. Noté la diferencia con la promoción gratuita. En solo tres días se lo descargaron 640 personas, pero después han caído mucho las ventas. Creo que las ventas de pago se comportan de otra manera. De todas formas, solo con ver mi novela autopublicada en Amazon ya me hace ilusión. Aparte de leer, me encanta escribir y contar una historia con unos personajes bien creados. También tengo que decir que no soy el típico escritor vocacional de nacimiento. Mi pasión por la escritura empezó tras un grave accidente de motocicleta que tuve en el año 1998 cuando iba de camino al trabajo. Cuatro meses en un hospital, un montón de operaciones y unos tres años de rehabilitación fueron las consecuencias de ese grave accidente. En aquellos momentos, tuve mucho tiempo para la lectura y fue cuando me decidí para escribir algo. Lo hacía para mí y amigos. Escribía borradores a mano y los guardaba. Pero lo que siento más es que mi padre no pudiese llegar a leer mi primera novela autopublicada. Creo que le hubiese hecho ilusión leerla, pero esto ya no lo sabré nunca. Solo hace nueve meses que falleció de Alzeimer y Parkinson. Dos terribles enfermedades que poco a poco acabaron con su vida. Como una planta que se apaga lentamente. Viví en primera persona su deterioro cognitivo y físico. Lo ayudé todo lo que pude, pero a veces me sentía impotente por no poder hacer más por él. Teníamos carácteres diferentes y discutíamos muchas veces, pero siempre, al cabo de un rato, había una reconciliación. No hay ningún día que no piense con él cuando me levanto, pero ahora ya solo me quedan sus recuerdos y momentos vividos. Sobre mi novela, sé que no va a gustar a todo el mundo. Habrá gente que le gustara y otra que no. Como todo en la vida. Pero mientras haya personas que les guste ya me basta.
Mario Garrido Espinosa (Madrid, 1972) es ingeniero informático y escritor de, entre otras, la novela de aventuras El Reino de los Malditos, la novela contemporánea sobre el mundo de la informática Las Sinergias de Marcio y la novela romántico erótica La Felicidad era esto. En la actualidad anda recabando información para empezar a escribir un nuevo libro con más aventuras ubicadas en Gurracam, el reino de El Reino de los Malditos. Mientras esperamos, Mario nos propone introducirnos en el indómito reino del libro y empezar a conocer a sus singulares habitantes. Para ello podéis leer la siguiente carta donde conoceréis el mundo salvaje y de aventuras que se esconde tras este reino inventado en pleno Siglo de Oro en la vieja Europa… donde todos sus habitantes son malditos.
SOBRE
LA ENTREVISTA REALIZADA AL BACHILLER BENITO CASTAÑOS, PERSONAJE DE
“EL REINO DE LOS MALDITOS”.
A
la atención de don Recesvinto Tapia Tejada, cuarto Duque de
Pozonueva, adelantado de nuestro Rey, vencedor de la Batalla de las
Tres Amapolas, tres veces Cruz de la Libertad, Consejero de Guerra y
Hacienda, entre otras dignidades.
Mi
señor Duque, primero deciros lo honrado que me siento de poder
ayudaros y la gran merced que me hacéis al contar con mi humilde
persona para vuestra investigación. Intentaré serviros lo mejor
posible con la información reunida en esta misiva.
Efectivamente,
tal como decís en el requerimiento que me enviasteis, en tiempos de
nuestro bien amado soberano Bartolomé el tercero, en nuestro noble
Reino de Gurracam, fue requerida la presencia en palacio del
bachiller Benito Castaños para cursar entrevista con su excelencia
don Antonelli Caprarola, conde de Medina-Olivares, secretario real y
valido, en relación a los terribles acontecimientos que acaecieron a
la familia Lopezosa Quesada, así como de las nefandas andanzas del
ladrón Mario Tolón Raboso de Vozmediano, los asesinos Sabino
Olozaga Carpio de Villaquirán y Severo Galván Ronquillo de
Brizuelas, la llamada Bruja de la Soldadesca, el pirata Alexander
Cliff Withers, más conocido por El Cortamanos, y otros indignos
sujetos que habitaron nuestro Reino y que Dios, en su infinita
misericordia, perdone; pues sólo Él puede.
De
todo ello se tuvo noticia gracias a la publicación clandestina de la
novela intitulada “El Reino de los Malditos”, que al
parecer da una veraz crónica de hechos terribles y de principal
importancia para los asuntos del Reino y que, por lo que he de
entender por vuestro requerimiento, mucho preocupan a nuestro
bienamado Rey y su docto Consejo.
Os
confirmo que el llamado Benito Castaños es referido en distintos
capítulos de los ejemplares requisados de “El Reino de los
Malditos” y, tal como decís, las respuestas más relevantes de la
entrevista fueron registradas en nuestros Archivos Reales; en
concreto en el registro DXLIII, libro MMXII, folios CCXXIII y
CCXXIII.
A
continuación, en espera de que esta información os sea de utilidad,
transcribo fielmente lo que en su día registró mi anterior sucesor
en este cargo.
«Don
Higinio tiene mal genio, pero para mí es como un padre. Fue Capitán
de los Reales Guardias Alguaciles de San Josafar. Se dice que el más
efectivo de su tiempo. Se le tiene por violento y sanguinario, pero
supongo que es por lo que vivió de joven.»
«Su
hija mayor, Irene, es un demonio, con el aspecto de Afrodita.
Permitidme la ordinariez: tiene un cuerpo imposible de olvidar, lleno
de curvas y opulencia; por desgracia, sólo hablo de lo que mi
imaginación infiere. Pero cuidado, el Señor nos pone este tipo de
pruebas: tras ese cuerpo pecaminoso está la peor persona de este
mundo. Un día desapareció del pueblo, dicen que la internó su
padre en un convento. Nada se sabe. Otros dicen que se reencarnó en
la célebre asesina llamada “La Lisiada Destripamonjas”. ¿Su
excelencia escuchó hablar de ella?»
«Tengo
entendido que el tal Mario Tolón es un pícaro de los que, por
desgracia, asolan nuestro Reino. Pero sólo lo sé por oídas. En la
Alpurria del Campo se canta una coplilla a propósito de este hombre.
Le haré la merced de hacer memoria de algunos de sus versos:
Un venturoso día vino aqueste lugar
no se sabe si gran señor o truhan.
Pero a fe mía era valiente y sin par
pues el peor vientre se dispuso a llenar.
Algo
así dice. Como veis, los poetas de nuestro pueblo no pueden ser más
ramplones, si se me permite la opinión experta.»
«Efectivamente,
estimado señor, se dice de don Higinio que como terrateniente de La
Alpurria del Campo ha esclavizado a todos sus labriegos bajo
amenazas, palizas, violaciones y otras atrocidades. Quizás sea así,
pero yo siempre me fiaré del buen criterio de mi patrón.»
«Laura,
la hija menor de don Higinio, es un ángel. Bella, delicada, etérea…
una flor en medio del cenagal que es La Alpurria, si me permite vuesa
merced la comparación. Recuerdo que le gustaba cantar una larga
canción que relataba un cuento infantil. El “Árbol Princesa” se
llamaba. Era como escuchar la voz de un ser divino. Memoricé una de
sus estrofas:
De pronto las ramas se tornaron
en expendedoras de viento huracanado
que a las nubes arrastraban,
transformando a todas y una de cada
en su muerte, esto es, nada
Y la princesa ya no lloraba.
Disculpad
mi pobreza de estilo al recitar. Lo mío no es la poesía. Yo destaco
en otros incontables saberes: ciencia, prosa, medicina, estrategia…»
«Y
cuál va a ser mi sueldo por este servicio que, con inmenso gusto,
hago, ya que cómo sabéis estoy a vuestra disposición.»
«Cierto.
Se habló de eso que decís. Esas dos bestias sin conocimiento,
Sabino y Severo, fueron en busca de Mario Tolón. Y, al parecer, le
dieron caza y se ensañaron con él de la peor manera. Pero todo son
rumores.»
«De
ese pirata que decís no sé nada. Os confieso que no he vista nunca
el mar, aunque soy hombre viajado e instruido. Como pocos hay en el
Reino. Nunca a la altura de su excelencia, claro está. Aunque os
podría hablar, si gustáis, de ciertos “piratas” de tierra
adentro que en su día conocí.»
«La bruja. Me acuerdo cuando llegó al pueblo. Pero ya era conocida de antes. Se cuenta que cazaba víboras y que cocía su carne para comérsela, que usaba su propia orina como loción para el cabello, que predecía el futuro contando los pelos de la nariz o revisando escupitajos… Y que sus pechos siempre estaban llenos de leche… Y mil cosas más. Toda mentira, seguro. Supersticiones que el Santo Oficio debería investigar. Si sus Paternidades necesitan mi ayuda para mantener la Fe limpia, aquí me tiene a su disposición. Para denunciar a quién haga falta.»
«En
cuanto a mí, sepa vuesa merced que soy hombre piadoso y temeroso de
Dios. También culto, honorable, licenciado en la Universidad de
Sacruceda… Y, sobre todo, modesto. Y nada tengo que ver con
cualquier hecho delictivo o execrable de los que pueda contar ese
panfleto al que llamáis novela. Sin duda, la existencia de un
personaje con mi mismo nombre y dignidad no puede ser otra cosa que
una desdichada casualidad.»
«Y
decidme, mi señor, si he de poder serviros en algo más… y si este
favor que hoy os presto ha de tener algún tipo de peculio, ya sea en
dineros, bienes o cargos. O en las tres cosas.»
En
espera de que esta información pueda ser de ayuda en el conocimiento
de los terribles hechos descritos en la citada novela “El Reino de
los Malditos”, doy fe
de la veracidad de la presente transcripción, en San Josafar, a
doce días del mes de febrero de mil y setecientos y treinta y cinco
años, durante el reinado Su Majestad Wenceslao el Cuarto, apodado
“El Cínico”, que Dios guarde y guíe.
Firmado: Mario Garrido Espinosa, Archivero Real, Escriba de su Majestad y Cronista Oficial de la Historia de Gurracam.