Entrevista a Jesús Javier Corpas Mauleón

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Hoy entrevistamos a Jesús Javier Corpas Mauleón, exitoso escritor navarro cuya última novela, Desayuno para el muerto, ha sido accésit nada menos que del Premio de Novela Negra Wilkie Collins.

Buenas tardes, Jesús Javier: una novela, Desayuno para el muerto, que se agota en una semana; antes siquiera de que te aporten físicamente tu premio, y sin haber sido presentada. Enhorabuena. ¿Cómo ha llegado a suceder?

Felices. Yo soy el primer sorprendido con la velocidad de ese triunfo para Desayuno para el muerto. Contaba con la calidad del trabajo, mas sin duda, el que haya recibido un codiciado premio, ha hecho mucho; la temática y ambientación, más; el boca a boca, el resto. La suma de esas variables ha empujado a que, en seis días y antes de que salga en los medios, esté todo vendido y en imprenta la segunda edición.

¿Nos amplias esos factores?

Claro. Un agente del CNI que estuviera destinado en Pamplona en tiempos de lucha contra ETA acude a pasar un día con sus antiguos colaboradores. Allí ocurre lo que para todos es un accidente claro; para él, no tanto. Nos encontramos en las fiestas más famosas y multitudinarias del mundo donde, como decía Hemingway, “todo era irreal y parecía que nada de los que ocurriera pudiera tener consecuencias. Se tenía la sensación, incluso cuando había calma, de que había que gritar cada frase para hacerse oír. La misma sensación se tenía para las acciones”. Esto lo afirmaba el Nobel en un libro titulado Verano sangriento; ojo a ese título tan de novela negra para una literatura desarrollada en las fiestas de Pamplona, aunque no lo sea. Qué mejor envoltura para una intriga que esas fechas.

Sobre la línea argumental, qué casualidad, un norteamericano enamorado de los Sanfermines como Ernesto se fue a vivir a Cuba, donde escribió su cumbre, “El viejo y el mar”. Por otro lado Pamplona, por ser capital tan cercana al Pirineo, siempre ha albergado espías, tanto en los conflictos mundiales como en la media docena de guerras civiles de los cien años previos a 1939. Es un hecho cierto, del que algo desvelo en la obra.

Por encima, los Sanfermines poseen, entre sus jacarandosos protagonistas, a un buen plantel de americanos del norte, el sur y las Antillas.

Además, esas celebraciones enmascaran toda particularidad; tapan al individuo trasformado al vestirse de blanco en un “corpus festivus” colectivo. Por ello, diversas conspiraciones se ampararon en sus multitudes, desde O’ Donell a Mola. Así que una urdimbre que implica a la CIA y la NSA, los servicios de inteligencia cubanos o de la Federación Rusa, los anticastristas, la red Gladio, no puede moverse más cómoda que en ella.

El título impacta y parece una contradicción

No lo es para nada. Avanzando por las inquietantes hojas se descubre la causa de ese desayuno.

En ese Desayuno actúan varios servicios de Inteligencia, desvelas secretos, regalas confidencias con precisión de cirujano. ¿Cómo has llegado a ese dominio de un mudo tan opaco?

Mis primeros pinitos de plumilla lo fueron en revistas de historia militar, de la que sé y publico mucho; eso me dio importante conocimiento. Para aumentar formación, realicé estudios de Criminología y Criminalística. También he tratado con agentes secretos españoles y yanquis; con cubanos por y anti castro; con militares rusos, con pied noirs franceses. Es necesario conocer muy bien lo que se cuenta a los lectores; son muy inteligentes y enseguida pillan la impostura.

Tus diálogos destacan, resultando una lectura muy fluida. ¿A qué se debe?

La novela está muy trabajada. Defectos que mis seguidores han perdonado en mis libros iniciales se han volatilizado, fruto de la experiencia. Además, le he dado muchas vueltas para que la intriga funcione con precisión suiza y naturalidad española. La forma de hablar de sus intérpretes, malos o buenos son todos humanos con sus razones, es la que tendrían no siendo de ficción, sino reales. La ventaja de cierta madurez es haber tratado muchísimas personas, algunas de casi como ellos.

Los muevo en un terreno que domino y, por si acaso, me documento a fondo. Mis personajes y sus impedimentas deben tener el realismo de un dibujo para Tintín.

¿Por qué negra?

En el apartado de narrativa me he llevado varios premios o quedado segundo en otros; eso influye para apostar por ella. Pero es que además, tanto en mi anterior novela, La quinta carta, como en mis ya numerosos relatos, algunos de los cuales agrupé en Quince Secretos, me muevo con soltura. En estos hay góticos, policíacos, humorísticos y líricos. Pues bien, por especificar más, Desayuno para el muerto es novela negra, con intriga y muerte; sin embargo tiene rasgos de humor, ya que la vida es así; y hasta un poema muy relacionado con el argumento.

¿La exitosa Quinta carta era histórica u otra cosa, como opina algún crítico?

Así opináis los que tengo por mejores. Y creo que dais en el clavo. Porque, aunque se desarrollaba en una circunstancia histórica determinada, semestre final de 1640 de grandes convulsiones para España, era novela negra. Es decir, dentro del rigor, aprovechando para ilustrar cosas, y basada en lo que descubrí por los archivos, lo que narra es una investigación y en la que concurren asesinatos, sexo… En fin, todo lo de unas páginas negras aunque esté ambientada antes de que naciera el patriarca del género: Wilkie Collins, cuyo venerado nombre lleva el diploma que me dan ahora.

Cuéntanos sobre el premio y su repercusión.

Se trata del Premio de Novela Negra Wilkie Collins en su VIII convocatoria, al que se presentaron 160 manuscritos procedentes de 20 naciones de todos los continentes. Quiero destacar que solo han concedido tres accésit en su rigurosa carrera, lo que lo prestigia aún más y el jurado ha decidido este 2019 dotar con él Desayuno para el muerto. Esto le ha otorgado gran eco.

Me será entregado en el marco de la Semana de Literatura Negra Atlántica-Festival Tenerife Noir, por su director, el laureado escritor Javier Hernández Velázquez. Ese mismo día 27, por él y un servidor, será presentado dicho Desayuno al mundo. Ambas cosas en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Santa Cruz de Tenerife, 19 y 20 horas.

¿Más presentaciones en la península?

Las habrá. De momento están previstas Valladolid-Casa de Zorrilla, Pamplona-Club de Lectura de Diario de Navarra, Valencia y Madrid, donde también firmaré en la Feria del Libro.

Informa a nuestros lectores sobre tu currículo con bolígrafo o teclado.

Por ambiente familiar, fui bibliófilo desde muy joven. Para escribir, sin embargo, he sido calmoso. Empecé en 2009 con trabajos de historia militar. Después he publicado tres libros de esa temática, Guerreros historias de mil años; Por montes y valles; y Los espartanos australes. De narrativa Quince secretos, La quinta Carta y este Desayunos para el muerto. A pluma desenvainada, es una recopilación de artículos en prensa navarra o nacional; y Rimando al viento, mi única incursión poética. Acabo de comenzar una nueva criatura, que aún no desvelaré.

¿De verdad no puedes contar nada, o no quieres?

¡Cómo sois! Vale, os adelanto que repite el ya famoso Oscar “Plinio” Serrano. Que con el protagonizan mujeres de fuste, austriaca y española. De los varones que interactúan, diré que uno es aristócrata, otro fraile, un tercero teniente coronel, y el cuarto, anciano cabrero. En este 2019 de nuestros desvelos, realizan una búsqueda por la Historia de algo tan importante para que algunos quiten o den la vida. Y hasta aquí puedo leer. No me llaméis malo.

Para nada. Gracias Jesús Javier Corpas Mauleón, y que tu trayectoria literaria siga por la senda de los triunfos, porque eso significará que continuas aportando aventuras para disfrutar.

A vosotros y, sobre todo, a los lectores que son lo que lo hacen factible. Sin las personas que acuden a las librerías no sería posible crear. Y, sin los medios que divulgan literatura, muchos amantes del saber no se enterarían de honras o novedades, como es este caso.

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Entrevista a Eloy M. Cebrián, ganador del Premio de Novela «Ateneo-Ciudad de Valladolid»

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Hoy entrevistamos a Eloy M Cebrián, ganador del LXV Premio de Novela Ateneo-Ciudad de Valladolid por su novela El hombre que respondía a los correos basura (Algaida Editores, 2019)

Lo primero que llama la atención de la novela es el título. ¿Quién es ese hombre con ese hobby tan curioso?

Los escritores somos ahorradores por naturaleza. Ahorradores y amantes del reciclaje. Esta novela (al igual que algunas de mis novelas anteriores) surgió de un relato. Su protagonista, un deprimido crónico que nunca sale de su casa, busca un simulacro de compañía humana por el procedimiento de responder a los mensajes de “spam” que recibe a diario. Este personaje se quedó conmigo y me pedía mucho más que un relato, de modo que decidí convertirlo en protagonista de una intriga policíaca.

Entonces, ¿se trata de una novela policíaca?

En buena medida es así. Pero soy aficionado a mezclar géneros. Hay una trama policíaca, desde luego, con un crimen misterioso y tres personajes que actúan como detectives y se ven envueltos en un embrollo que crece y se complica a cada página. Pero también tiene algo de novela psicológica, pues la narración se adentra en el mundo interior del protagonista. Hay también muchos rasgos de novela de humor, de sátira social. Incluso de sátira política.

¿Sátira política?

La mayor parte de la acción transcurre en la Barcelona de los días previos al referéndum independentista del 1 de octubre del 2017. En este libro, el ‘procés’ independentista catalán no solo el fondo de la trama, sino que tiene un papel muy destacado en la novela. De hecho, escribí los últimos capítulos durante esos días tan agitados de principios del otoño. Incluso tuve que esperar a ver qué ocurría en Cataluña para plantearme un desenlace. Me refiero al desenlace de la novela, claro. Por desgracia, me parece que todavía estamos muy lejos de ver un desenlace en Cataluña.

Así pues, ¿se ha atrevido a escribir un libro político sobre acontecimientos tan actuales?

Yo no lo denominaría un libro políticos. Se trata ante todo de una novela de entretenimiento, incluso podría calificarse como un “thriller”. Pero el buen entretenimiento no tiene por qué desentenderse del mundo real. Los personajes de esta novela, como nos ocurre a todos, viven en una sociedad convulsa, y los acontecimientos políticos les afectan en influyen en sus vidas. Pero se trata de una ficción, al fin y al cabo, y la mirada del autor siempre está muy presente. En este caso una mirada cargada de humor e ironía, como ocurre en la mayor parte de mis libros. Los lectores reconocerán el mundo que habitan los personajes, pero creo que encontrarán motivos para la carcajada. En realidad, todo lo que está ocurriendo en Cataluña es como una gran farsa. A veces la risa es la respuesta más inteligente y, sin lugar a dudas, la más saludable.

¿Puede darnos más detalles sobre el argumento de “El hombre que respondía a los correos basura”?

De acuerdo, aunque trataré de no reventar la trama, porque el libro contiene sorpresas en abundancia. Como ya adelanté, el héroe de la historia es un deprimido crónico que vive encerrado en su casa, y su única relación con el mundo es a través de internet y de la televisión. Aunque él se niega a reconocerlo, el desencadenante de su estado fue un revés amoroso. Su novia desapareció de su vida de la noche a la mañana, sin dar explicaciones, y el resignó a ese hecho sin oponer resistencia. Cierto día, sin embargo, ve aparecer a esa mujer en un concurso de televisión de preguntas y respuestas. Entonces, al buscar información sobre ella, descubre que está muerta, que se mató poco antes en un accidente de tráfico.

¿No me diga que también hay un componente sobrenatural en la historia?

No, el programa está grabado. Lo que él está viendo son las últimas imágenes de la que fue el amor de su vida. El hombre se obsesiona. ¿Durante cuánto tiempo podrá conservar a su novia muerta? ¿Cuántos programas quedan? Entonces recurre a un detective para que le ayude a encontrar una respuesta. A partir de ahí, el misterio en torno a este concurso de televisión va creciendo, pues parece que la mujer no es la única concursante que ha muerto en circunstancias extrañas. Finalmente, el protagonista decide superar su aislamiento y participar como concursante para intentar desentrañar el misterio.

Interesante. ¿Se trata de un programa real, de los que se emiten ahora mismo?

Digamos que el lector encontrará detalles que le resultarán muy familiares. Abundan los guiños de complicidad. En fin, los escritores siempre nos nutrimos de la realidad como materia prima, y yo siempre he sido aficionado a los concursos televisivos. De hecho, para documentar la novela me he puse en contacto con algunos concursantes reales, y su experiencia se refleja de forma fiel en la trama. Naturalmente, en el libro no aparecen personas reales, ni anónimas ni conocidas.

Naturalmente… Pero, díganos, cómo situaría este libro dentro de su trayectoria como escritor.

Me gusta ensayar con distintos géneros. Las últimas novelas que he escrito pertenecen al género histórico, aunque también con tintes de novela de misterio. Este libro, sin embargo, enlaza directamente con mi primera novela para el público adulto, titulada “El fotógrafo que hacía belenes”, un libro que ganó el Premio Francisco Umbral de Novela y que se publicó en el 2005. Ambas son relatos policíacos con muchos componentes de “noir”, pero impregnados de un humor amargo que no excluye las zonas más oscuras de la vida. Los protagonistas son distintos, pero comparten muchos rasgos del antihéroe. Incluso he rescatado algunos personajes de aquella novela.

Finalmente, ¿cree que los lectores pasarán un buen rato leyendo su libro?

No me cabe la menor duda. Con esa intención lo he escrito.

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