Stefano Benni, el italiano indomable

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Libros recomendados por el escritor Pedro González

Hoy vamos a hablar de uno de los autores más extraños y locamente frescos del panorama literario internacional, Stefano Benni. Este es uno de esos escritores a los que se llega de dos formas: porque se conoce mucho el mundo del libro, muchísimo, o por pura casualidad, como fue mi caso.

Stefano Benni es un autor italiano que, siendo muy popular en su país, no lo es fuera del mismo, cosa nada extraña, por otro lado. Por fortuna, él sí parece que está siendo profeta en su tierra.

Como dato curioso, Benni es un tipo cuya obra ha sido traducida a muchos idiomas, pero parece que sus libros pasan por otros países con más pena que gloria, o llegando siempre a un reducido número de lectores y seguidores, cosa que no es justa, ya que su pluma es divertida, fresca, afilada y mordaz.

Quién es Stefano Benni

Stefano Benni es hoy en día uno de los escritores italianos más populares en su país. Nacido en Bolonia en 1947, ha pasado a la fama por diversos motivos. En sus tiempos más jóvenes, escribía para el diario Il manifesto, aunque lo hizo para otros medios también.

Entre su actividad profesional destacan sus muchos gustos, hecho que le lleva a dirigir un festival de jazz o fundar una asociación con el precioso nombre de Pluriversidad de la imaginación, obra de la asociación Italo Calvino. Por cierto, esto es una escuela itinerante de lectura en voz alta y teatro.

Junto a su amplia labor cultural y divulgativa, Benni ha escrito un buen número de novelas que lo han hecho muy popular en Italia. De hecho, algunas han sido llevadas a la televisión y el cine en obras como La compañía de los celestinos o Foot 2 rue.

Las novelas de Stefano Benni

En general, la novela de Stefano Benni se basa mucho en la sátira. De hecho, su reflejo de la sociedad italiana, a la que lleva dibujando en sus libros durante varias décadas, bien podría verse perfectamente actual en su última novela, Margarita Dolcevita, o cualquiera de sus primeras obras, como ¡Tierra! o Baol.

Respecto al género que cultiva Benni, sería difícil definirlo. Más allá de la sátira, usa cualquier excusa para narrar historias interesantes, divertidas y muy ácidas. Ya sea la comedia, el drama, el deporte, la ciencia ficción o cualquier otro, todo se convierte en caldo de cultivo para sus neologismos y juegos de palabras parodiando cualquier cosa que cae en sus hábiles manos de escritor.

Novelas recomendadas

Es difícil recomendar una sola novela de este gran autor, así pues, no lo haré sólo con una, sino con varias. Si te gusta la locura total, en la bibliografía del escritor vas a encontrar un catálogo inclasificable de obras que sobresalen por encima de la mayoría de libros que se encuentran hoy día en el mercado.

¡Tierra!

Considero esta obra la mejor del autor, o tal vez una de las mejores, pero mi preferida, sin duda, de cuanto he podido leer de él. Una novela de ciencia ficción tan loca como satírica que mereció mejor suerte en el mercado español.

Obra de culto hoy en día muy poco conocida en nuestro país, nos lleva a una Tierra futura en la que el ser humano ha logrado sobrevivir a una Sexta Guerra Mundial. Ya puedes imaginar que el contenido del libro es una verdadera locura.

La crítica feroz del libro se muestra en forma de carrera para llegar a un planeta idéntico a la Tierra cuando nuestro mundo ha sido arrasado por las guerras, la corrupción política y el consumismo galopante, que ha dejado el lugar para el arrastre. Y todo ello, narrado con la habitual ironía de Benni entre rusos y americanos en guerra frente a jeques, samuráis y todo lo que pase por la cabeza del autor.

Baol, una tranquila noche de régimen

Esta es otra de las grandes obras de Benni. Una novela corta llena de humor negro, algo tan habitual en su literatura, pero con los habituales tintes de ciencia ficción, magia y, cómo no, crítica feroz escondida entre sus frases.

Con esta novela, Benni critica nuestro propio régimen, ya que, durante una noche, un personaje misterioso se pasa el rato realizando una indagación que lo llevará a descubrir secretos que tal vez nadie debería conocer.

Para desarrollar este corto y ameno libro, Benni crea un universo propio muy llamativo, lleno de personajes estrambóticos y curiosos que se van sucediendo mientras el lector observa parecidos mucho más que razonables con el mundo en que vive, es decir, el nuestro. Este autor es un maestro de la creación de universos paralelos con asombrosos parecidos a la realidad. ¿Casualidad? Seguro que no.

La cofradía de los celestinos

La comicidad corrosiva de Benni permite que no deje títere con cabeza en sus novelas, lo que, curiosamente, le ha granjeado la simpatía de gran parte del público y la crítica italiana. Buen ejemplo de ello es este libro, La cofradía de los celestinos.

¿Qué harías tú por jugar un torneo de fútbol callejero conocido como el Campeonato Mundial de Baloncalle? Pues un grupo de niños luchará contra viento y marea, hará frente a todo tipo de adversidades y, finalmente, logrará disfrutar de la competición.

Dentro del toque irónico y ácido de Benni, en esta obra observamos su capacidad satírica a través de personajes, algunos con cabeza, otros absolutamente ambiciosos y desmedidos, pues hasta los poderes fácticos del país impiden que un equipo de niños participe en un campeonato de balón callejero.

Margarita Dolcevita

A lo largo de su carrera, Benni ha demostrado tener interés y buena mano para plasmar el mundo infantil en sus libros. De hecho, no es extraño observar a los niños como los personajes más sensatos y coherentes de sus obras, muy por encima de los adultos.

Tal vez en esta sección sea donde podemos encajar la última gran novela de Stefano Benni, llamada Margarita Dolcevita. En esta obra, el autor refleja a una niña plena de imaginación, una pequeña llena de ironía e inocencia, pero cero en ingenuidad.


Pedro González lleva años en el mundo del los blogs y las letras. Puedes saber más de él en:
https://www.pgonzalezescritor.com/
http://escritorimaginativo.wordpress.com/

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Cómo organizar un libro

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Por Javier Salazar Calle

¿Cómo empiezas a escribir un libro? Esta pregunta me la hizo hace ya tiempo un amigo. Eso me hizo reflexionar y dar un repaso a la breve historia de mi bibliografía. Usando como ejemplos mi propia experiencia, intentaré explicaros las diferentes formas de escribir con las que podéis encontraros y algunos de los retos que he tenido que afrontar.

Hasta hace no mucho, solo escribía microrrelatos o cuentos muy cortos. Mi primer libro fue Ndura. Hijo de la selva. Una novela de aventuras y supervivencia en la selva ecuatorial africana. Empezó como un relato corto, pero se me fue de las manos. Simplemente quería escribir alguna de las historias que me inventaba en la cama cuando intentaba dormir al mismo tiempo que escuchaba música ambiental. Escribí, escribí y escribí hasta que me di cuenta de que llevaba treinta páginas y que tenía muchas más ideas sobre las que seguir. Ahí tuve que parar y documentarme muy bien. La historia transcurría en la selva de Ituri, en el norte del Congo, y, si quería ser preciso, necesitaba mucha más información de la que tenía. Dediqué casi seis meses a leer libros sobre la fauna y flora local y sobre las costumbres y formas de vida de la gente de esa zona. También contacté con personas que habían estado allí para poder recibir información de primera mano. Fueron meses de mucho leer y anotar y poco escribir, pero hicieron que el nivel de realismo de la novela creciera exponencialmente. Aquí tuve que enfrentarme por primera vez al síndrome del escritor sobreinformado: tienes mucha información y quieres que los lectores vean el esfuerzo que te ha supuesto llegar a ese nivel de conocimiento, por lo que llenas el libro de datos que lo demuestren. El resultado suele ser un exceso de información que no aporta nada y que hace que la lectura se haga pesada. Cortar esto cuesta. Cuesta porque quieres usar todos los datos, cuesta porque quieres que el lector vea el trabajo que hay detrás. En Ndura. Hijo de la selva hice un trabajo de eliminación de lo superfluo; aunque leyéndolo otra vez ahora, podía haber sido incluso mejor. Como todo, con el tiempo se aprende. Luego, este libro ha sido mi más exitoso: elegido mejor novela juvenil de 2014 por el periódico El Economista, siendo leído en muchos colegios y del que he conseguido la traducción a varios idiomas a través de la web www.babelcube.com; de la que hablaré otro día.

Algunos escritores que trabajan así, escribiendo de forma impulsiva y sin mucha planificación previa, son: José Saramago, Stephen King o Patricia Highsmith.

Mi segundo libro, Usa LinkedIn como si fueras un experto, fue mucho más sencillo. La estructura del libro vino dada por la propia estructura de la web de LinkedIn. Diego Romero, el coescritor, y yo lo orientamos como una guía a través de las distintas secciones y opciones que la web ofrece (privacidad, búsqueda de empleo, ajustes…). Ahí hubo poco que crear y mucho que razonar para explicar claramente cómo mejorar un perfil, orientarlo a las necesidades particulares del lector y hacerlo relevante entre otros similares.

El tercero fue, Sumalee. Historias de Trakaul. Una historia de amor, sexo, misterio y violencia a caballo entre Singapur y Tailandia. Éste fue al extremo opuesto de los estilos de escritura. Me hice un cronograma de lo que tenía que ir pasando y quién participaba en cada evento, un documento con los principales personajes y sus características y una lista de ideas que se me ocurrían de hechos puntuales que podían suceder y que iba colocando en el cronograma según iba viendo cómo encajaban en la trama. Al final, cuando me puse a escribirlo, la historia en sí ya estaba decidida y solo tuve que desarrollarla y enriquecerla. Aquí tuve la misma labor de documentación que en mi primera novela (Ndura. Hijo de la selva) leyendo libros, viendo documentales y hablando con gente que vivía o había vivido en esos dos países. Eso no significa que todo esté cerrado si te inclinas por este modelo. Mientras escribía se me ocurrían nuevas ideas y el final del libro, por ejemplo, lo cambié totalmente después de las primeras opiniones de los lectores cero. Pero, en general, respeté mucho la estructura previamente establecida y me fue muy útil.

Algunos escritores que trabajan de forma estructurada son: la autora de la saga Harry Potter, J.K. Rowling con su famoso esquema de La Orden del Fénix que podéis buscar en internet, o el conocido escritor de obras como La Firma o El informe Pelícano, John Grisham.

El cuarto, y último de momento, ha sido Las aventuras de Álex y Álvaro; unos cuentos interactivos sobre las aventuras de dos ratones que descubren el mundo y dejan volar su imaginación repletos de actividades en las que podrán ayudar a los protagonistas y aprender al mismo tiempo. Puede que los cuentos tengan relación entre ellos, por lo que volvemos a los dos modelos anteriores (estructurado o libre) o que sean totalmente independientes. En mi caso, al no haber hilo conductor de la historia y ser cuentos breves e independientes, fue sencillo organizarlo. En el primer capítulo construyen la nave y, a partir de ahí, a vivir aventuras donde se me ocurría (o mejor dicho, donde se le ocurría a mi hijo Álex, que fue el incitador de todo esto ya que escribí el libro para regalárselo en su cumpleaños).

Ahora, si me preguntáis qué os aconsejo… Aunque queda muy romántico eso de escribir por fuerza creativa bruta, el resultado suele ser mejor con el modelo estructurado (y que hay que ser muy bueno para hacerlo de la otra forma). Una gran ventaja que tiene, es que si te quedas en blanco, el famoso bloqueo del escritor, puedes releer el cronograma, los perfiles de los personajes, ir modificando alguna cosa y utilizar eso como disparador de la vuelta de la creatividad. Otra ventaja es que te ayuda a ver con tiempo subtramas, aparte de la principal, y tender el camino para que luego todo encaje. Hay giros del guión que exigen que la historia los haya sembrado primero si queremos que tengan sentido.

De todos modos, tuve un profesor en la carrera que decía que el mejor método era el que te funcionaba a ti; así que prueba, compara y quédate con el que te dé los resultados que esperabas… O crea tu propio método.

Javier Salazar Calle

www.javiersalazarcalle.com

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